La crónica festejó con artistas de diversos palos y generaciones
El festival que propuso “dar rienda suelta al espíritu renovador de la crónica” captó el interés de numerosos artistas y público interesado y se afianzó como un espacio de diálogo entre los distintos lenguajes y generaciones de artistas, tanto desde las actividades programadas como en los intercambios informales.
La charla debate que protagonizaron Peco Tissembaum y Marcelo Caparra en torno a la mítica figura de Rodolfo Walsh fue de los puntos más convocantes. Los expositores se refirieron a la necesidad de vinculación entre las artes y una militancia crítica y perfilaron un Walsh que escribía, militaba y cuestionaba su propia praxis.
Marcelo Caparra y Peco Tissembaum, momento memorable |
Nieto, Quirós, Molfino y Black, encuentro de generaciones |
Como cierre del Festival, el programa previó un prolífico diálogo de la crónica con la música. Alan Brondo reinterpretó en clave de hip hop crónicas escogidas y preparadas por Rocío Navarro y Paola Fernandez Mafut del taller Grietas con la percusión de Uli Gómez y el acordeón litoraleño de Lucas Monzón.
UNA GRILLA APRETADA
El abanico de propuestas comenzó el jueves con la charla-taller ¿Qué es ser cronista? que brindaron Lucas Brito Sánchez, Adriana Amarilla y Luis Rubira. El patio del ambay recibía a los visitantes con varios stands de libros con reconocidas crónicas de la región, el país y países vecinos. También con la muestra El patito viajero que organizaron Andrés Silva y Gustavo Insaurralde en el espacio Fotos Zaguán.
Durante todo el Festival, hubo proyecciones de fotografías y cortos relacionados con la crónica y los viajes. Es de destacar que cada una de las jornadas del Festival concluyó con prolíficos intercambios entre lectores, escritores y artistas de las más variadas disciplinas.
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