8 artistas interactúan con el Cecual

INTEGRANTES DE “ESTO NO ES UNA ACADEMIA.” Este jueves 12 de diciembre a las 21:00, ocho artistas que integran el taller de prácticas visuales “Esto no es una Academia” coordinado por Diego Figueroa, inaugurarán una muestra en la que sus producciones individuales dialogan con el espacio del Centro Cultural Alternativo (Santa María de Oro 471).

El taller de prácticas visuales “Esto No Es Una Academia”  que coordina Diego Figueroa, no es un espacio disciplinar de enseñanza-aprendizaje, sino más un bien laboratorio de aproximaciones experimentales en el que los artistas exploran y desarrollan sus búsquedas en medios diversos.

Sus integrantes, Eduardo Del Balzo, Lyon Fernandez, Carla Colombo, Mariana Alarcon, Bruno Del Giudice, Vicki Soler, Julian Matta y Natalia Gimenez, producen también y especialmente, obra de manera individual, que en esta circunstancia y a modo de exhibición abierta y de procesos en pleno desarrollo muestran y ponen a interactuar en el espacio del CECUAL.

Es un conjunto de piezas y proyectos heterogéneos y diversos con el que podemos vislumbrar algo de cómo se opera en dicho taller. De cómo cada uno va elaborando sus aproximaciones y devenires, acompañados por la pregunta del coordinador y la reflexión y la duda colectiva. Con mucho humor e intenso y serio compromiso a la vez.
Esto No Es Una Academia, y no es un taller, y probablemente esto tampoco sea una Muestra.

SOBRE EL TALLER

Esto NoEs Una Academia, Taller de prácticas visuales coordinado por Diego Figueroa, plantea desde su enunciación un interesante desplazamiento de ciertas concepciones establecidas de lo que es un enseñar y un hacer en el arte. Un pronunciamiento que se diferencia y toma distancia del lugar de la enseñanza donde existe un supuesto saber establecido a ser transmitido en forma académica a su vez. 

Esto No Es Una Academia, tampoco es un taller. Al menos no en la acepción más difundida del término en el campo del arte.

En el imaginario colectivo e histórico y en su gran mayoría en la práctica también, los talleres son "disciplinares", anclados en un paradigma de la modernidad, son lugares de enseñanza y aprendizaje de un oficio determinado. Taller de pintura, por ejemplo.

El Taller de prácticas visuales de Figueroa se emparenta más con un laboratorio de aproximaciones experimentales, donde cada artista intenta elaborar proyectos y proyecciones más allá del medio donde finalmente elija investigar y desarrollarlo. Tal vez porque la propuesta es explorar diversos modos de ensayos, compartidos con pares y con el coordinador, artista amplia y saludablemente complejo.

Lo que a primera vista parece el nombre ingenioso de un espacio taller, si conocemos los modos de abordar estas aproximaciones a las prácticas en artes visuales que allí desarrollan y proyectan individual y colectivamente los artistas que asisten, este nombre, adquiere espesura conceptual y se  posiciona como un desplazamiento epistemológico. Como otro modo, alternativo, de entender la producción de conocimiento, en la constelación del arte en este caso.

En el marco del trabajo colectivo de este taller es que se elaboró la propuesta de realizar y consumir comunitariamente el proyecto artístico efímero relacional del "choripan más grande del mundo" que se consumó el sábado pasado en la Casa de las Culturas de Resistencia ("Capital Nacional de las Esculturas") en el marco de Soy Chaqueño y Contemporáneo. Complejo y riquísimo (en sus dos acepciones) proyecto que espero no sea leído sólo en forma superficial y humorístico.

Nada está cerrado, no hay certezas ni "obras de arte", casi todo pareciera estar en estado de mutación y elaboración, casi todo pareciera estar inestablemente andando sobre intuiciones conceptuales. Construcciones críticas de sentidos provisorios y revisables. Reflexiones viscerales sobre las prácticas artísticas.

Andrés Labaké. Director Del Fondo Nacional De Las Artes

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